Anécdotas cuadriculadas
Entre broma y broma, los Tecos cuentan pormenores del juego que los lleva a otra final
Enrique León Candiani/Corresponsal
Periódico El Universal
Lunes 23 de mayo de 2005
Siete horas fueron suficientes para recargar baterías y reencontrarse en el desayuno.
Después de eliminar al Morelia, la vida les cambió aunque no el semblante.
Los rostros reflejaban cansancio, ese que se deja ver con las huellas de la preocupación.
Huevos revueltos, jugo de naranja y el café a media temperatura fueron los motivadores para contar más detalles de lo que sucedió en cancha el sábado cuando los Tecos lograron después de casi 11 años llegar a otra final.
"Le dije a (Gilberto) Alcalá "¡Hey!, me están acabando a patadas, ¿vas a dejar que lo hagan". Mira, dijo él "ésta sí fue falta la otra no, juega y no te vayas a pelear con (Fernando) Arce porque los expulso y no vas a jugar la Final".
"Ya me estaban bromeando los jugadores en el vestidor, que según ellos me estaban juntando cajetillas de cigarros porque me iban a llevar a la cárcel por aventar al inspector en la cancha. La verdad es que no pasó nada porque le fui a pedir disculpas".
"Y a ti, Daniel, ¿por qué te expulsó Alcalá?", le preguntaron.
"Según él que porque estaba haciendo tiempo, por aventar los dos balones no a la cancha, sino hacia otro lado".
Morales retomó la conversación con el ánimo del ganador y protagonista, de esos que a los 35 años tiene la experiencia y el colmillo para estar seguro de lo que significa dentro y fuera del terreno de juego.
"Estaba en el vestidor antes de finalizar el partido; estaban ahí dos de seguridad que por radio se hablaban permanentemente. Mientras, yo cogí un rosario y le pedía a Dios que nos fuera bien. Cuando oí que el juego se había terminado salí a la cancha para festejar".
En eso llegó Flavio Davino a la mesa de los madrugadores, quien caminaba con molestias provocada por fractura en uno de los dedos del pie y Juan Carlos Leaño uno de los jugadores más criticados y abucheados durante el torneo, pero ahora de los más reconocidos por su labor en la zaga de los universitarios.
También se cruzó el portero José de Jesús Corona, y Bongiovanni dijo de él: "Este hombre es muy sereno, vio con toda tranquilidad un tiro que le pasó por encima" refiriéndose al gol del Héctor Pirata Castro, quien le dio alas de aliento al Morelia sin saber que en esta ocasión el vuelo le pertenecía a los Tecolotes.
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